Me siento tan culpable porque hace mucho que no escribo, ahora que me encontré por acá, aprovecho este minutito a ver si puedo contar algunas cosillas.
Hace un tiempo Mono (mi esposo y papá de la Leo) tuvo que viajar fuera de Santiago durante un poco más de dos semanas por trabajo, antes le había tocado salir y debo decir que no fue "traumatico", incluso viajo cuando la Leo estaba recién nacida, y no me complico... pero esta vez fue distinto.
Al principio la Leo estuvo bien, pero al pasar los días empezó a estar muy irritable, en el jardín peleaba (mas de lo acostumbrado, porque debo reconocer que es algo peleonera). El cambio se noto, porque los primeros días hablaba con el papá por el celular, le mandaba besos y eso, pero poco a poco fue hablando menos... pobre, como que estaba enojada.
Era una pena porque yo veía que lo estaba pasando mal, nos fuimos unos días donde mis papás, ella adora a sus abuelos, pero una vez que volvimos a dormir en la casa estuvo mejor (parece que fue mala idea, fueron muchos cambios para ella).
Una noche hubo un temblor fuerte... lo que faltaba... gracias a Dios yo no les tengo miedo, pero ahí me di cuenta que había mucha gente preocupada por nosotras porque recibí muchos mensajes para saber cómo estábamos. Me ayudaron mucho estos días, cuidando a la Leo cuando yo tuve que salir, sacándola a pasear antes de salir del jardín (así aprovechaba el día), llevándonos al jardín en las mañanas, regaloneandola y regaloneandonos. Por eso tengo que agradecer a mis amigas Natalia y Daniela, a las tías de la Leo (Vero y Loreto) que tuvieron mas paciencia que nunca y la apachurraron, a la Claudia que nos fue a buscar, a mis papás, y a mi cuñadita siempre dispuesta a cuidar a mi chanchita cuando yo no puedo.
Si de algo sirvió este tiempo fue para poder regalonear las dos (aunque la Leo extrañaba a su papá también aprovecho de ocupar su lugar en la cama, feliz)
Hace un tiempo Mono (mi esposo y papá de la Leo) tuvo que viajar fuera de Santiago durante un poco más de dos semanas por trabajo, antes le había tocado salir y debo decir que no fue "traumatico", incluso viajo cuando la Leo estaba recién nacida, y no me complico... pero esta vez fue distinto.
Al principio la Leo estuvo bien, pero al pasar los días empezó a estar muy irritable, en el jardín peleaba (mas de lo acostumbrado, porque debo reconocer que es algo peleonera). El cambio se noto, porque los primeros días hablaba con el papá por el celular, le mandaba besos y eso, pero poco a poco fue hablando menos... pobre, como que estaba enojada.
Era una pena porque yo veía que lo estaba pasando mal, nos fuimos unos días donde mis papás, ella adora a sus abuelos, pero una vez que volvimos a dormir en la casa estuvo mejor (parece que fue mala idea, fueron muchos cambios para ella).
Una noche hubo un temblor fuerte... lo que faltaba... gracias a Dios yo no les tengo miedo, pero ahí me di cuenta que había mucha gente preocupada por nosotras porque recibí muchos mensajes para saber cómo estábamos. Me ayudaron mucho estos días, cuidando a la Leo cuando yo tuve que salir, sacándola a pasear antes de salir del jardín (así aprovechaba el día), llevándonos al jardín en las mañanas, regaloneandola y regaloneandonos. Por eso tengo que agradecer a mis amigas Natalia y Daniela, a las tías de la Leo (Vero y Loreto) que tuvieron mas paciencia que nunca y la apachurraron, a la Claudia que nos fue a buscar, a mis papás, y a mi cuñadita siempre dispuesta a cuidar a mi chanchita cuando yo no puedo.
Si de algo sirvió este tiempo fue para poder regalonear las dos (aunque la Leo extrañaba a su papá también aprovecho de ocupar su lugar en la cama, feliz)
Fue toda una experiencia, pero espero que no se repita pronto. Admiro a las mujeres que se quedan solas habitualmente y que sus parejas suelen viajar (yo, no sirvo)
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