La semana pasada fue agotadora... como conté antes la Leo tuvo fiebre todo el fin de semana, el lunes me decidí a llevarla al doctor para evitar que empeorara porque de no ser un virus la cosa se podía poner peor. La lata empezó cuando su pediatra no tenía hora, así que pedí con otro doc... no hay problema pensé, uf!!! Ese mismo día le salieron unos granitos, en la guata y la espalda, pero no me preocupé porque pensé que con la fiebre, el calor, había transpirado y le dio alergia no más... la cosa es que este doctor la ve y me dice, sin más ni más que es
rubeola (se supone que como tiene menos de un año, que es cuando ponen la vacuna, existe posibilidad que se le pegue), ok pensé... Yo cachando nada le escribí a su pediatra pa' contarle el diagnostico que me dio este doctor, que entre paréntesis no me dio licencia (el papel, digamos) porque simplemente no tenía... pero igual la Leo no podía ir al jardín por toda la semana... súper buena onda...
Muy inocvente yo, pensé que eso era todo, esperar la semana pa' que la Leo se recuperara bien, pero no, el tema era más complejo, resulta que los casos de rubeola hay que notificarlos al ministerio, entonces, tuve que llevar a la Leo a la pediatra para que la viera, confirmar el diagnostico y de pasadita notificar... pobrecita, le tuvieron que sacar sangre... ahora había que esperar los resultados del examen...
CONTINUARÁ...
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